En busca de un futuro para el turismo

Este verano ha sido un desastre. Para todos, pero especialmente para el sector turístico. No vale la pena buscar paliativos y decir que el turismo de interior ha batido récords, que los restaurantes han ido mejor de lo esperado o que el alquiler de villas y chalés se ha disparado en algunas zonas. Lo cierto es que los grandes destinos turísticos de toda España, también en la Comunidad Valenciana, han sufrido la falta de viajeros internacionales, un hueco que, como era de esperar, no ha podido llenarse, ni de lejos, solo con los visitantes nacionales.

Por dar solo algún dato, Benidorm se ha quedado en agosto en un 55% de ocupación sobre solo un 66% de sus hoteles abiertos, según Hosbec. Se puede echar toda la culpa a Gran Bretaña, que hundió el turismo con su cuarentena, secundada con rapidez por otros países, cuando parecía que aún podía hacerse algo este verano o al Gobierno, que no ha impulsado como prometió, medidas concretas y ambiciosas para recuperar el sector, pero lo cierto es que, tal y como se encuentra hoy en día la pandemia en España, es imposible esperar que el turismo, el gran motor de la economía nacional, pueda recuperar la actividad que tenía en un corto espacio de tiempo. Con esta tasa de contagios, no se pueden pedir peras al olmo.

De todas formas, ahora ya de poco vale lamentarse. Se han salvado los muebles como se ha podido y ha llegado el momento de afrontar los meses de otoño e invierno con la mejor cara posible y empezar a trabajar para que el verano que viene sea el de la recuperación. Antes de que llegue hay que avanzar en varias direcciones.

Controlar los rebrotes y la tasa de contagios es el primer paso. El sector turístico ha hecho los deberes y la mayor parte de los rebrotes han tenido su origen en el entorno familiar y laboral, el impacto del turismo no ha sido elevado. Una vez controlada la pandemia, la evolución hacia tests más rápidos, seguros y baratos puede ser un paso muy importante para garantizar la llegada y la salida de turistas sin Covid-19.

El segundo, más inmediato, esperar que el Gobierno articule, tal y como está dando a entender, una alternativa al Imserso para este invierno que incluya a familias y parejas y permita mantener cierta actividad y, con ella, empleos y hoteles. No será una solución definitiva, pero ayudará a amortiguar el impacto de la temporada baja.

De la Unión Europea, poco más se puede esperar. Llegará el dinero necesario para sostener la economía, que ya es mucho, pero poco se ha hecho para salvaguardar la sacrosanta movilidad europea que pronto ha quedado reducida a muy poco y que es imprescindible para viajar.

Para poder recuperar el turismo internacional es necesario que cualquier viajero, en cada punto de la Unión Europea sepa exactamente y sin miedo a ninguna sorpresa que le espera al salir y al volver de sus vacaciones en otro país de la Unión o Gran Bretaña y, hasta ahora, no ha sido así. Cada país ha tomado medidas por su cuenta y con criterios muy diferentes.

Hay muchos expertos que esperan, como augura la ministra, Reyes Maroto, una recuperación del turismo antes de la Semana Santa del año que viene: por la vacuna, porque ya nos habremos acostumbrado a vivir y viajar con el Coronavirus, porque los países se habrán coordinado en las medidas para hacer viable el turismo… pero lo cierto es que nadie sabe lo que va a pasar. Iniciativas como la de Benidorm Island con Jet2 para crear un corredor seguro pueden ser una alternativa, pero, de momento, son solo un proyecto y cuentan con muchas dificultades, primero para llevarse a cabo y después para consolidarse.

El optimismo se lleva muy mal con la incertidumbre y al final el que manda es la Covid-19 y en ella hay que centrarse. Pocos esperaban la pandemia y apenas algún iluminado podía prever una segunda oleada tan pronto, pero ha sucedido. Nadie se atreve ahora a imaginar que pueda producirse una tercera oleada que acabe de hundir la actividad turística en España, pero puede suceder, y puede ocurrir de nuevo en verano, y hay que trabajar desde ya, no solo desde el sector, para que no se produzca. Sobre todo porque ya no nos la podemos permitir.

Joan Lloret

Periodista y Consultor Empresarial de marketing y Comunicación Online

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