La ‘masa madre’ de la logística es la proximidad a los ‘recursos naturales’, y si por éstos entendemos a los turistas que llegan por avión al aeropuerto de Alicante, entonces no queda otra que proponer el uso del edificio de la antigua Terminal como el lugar más idóneo para ubicar un centro de atención sanitaria, además de una instalación similar a un hospital de campaña donde se puedan hacer pruebas y atender los casos de coronavirus que se pudieran presentar.
La instalación sanitaria en la antigua Terminal no solo ahorraría costes económicos también lo haría en recursos de personal sanitario dotándola de personal propio, y de este modo se evitarían los transportes de riesgo más la dificultad de añadir más pacientes alterando negativamente el normal funcionamiento del Hospital Gral. de Alicante.
Probablemente a algunos les parecerá una boutade pero nada más lejos que hacer bromas sobre la desescalada y apertura de la industria turística con la consiguiente recepción de turistas. Por supuesto que los turistas también acceden por carretera y por mar, pero siguiendo el patrón de comportamiento de los turistas que llegan a la Costa Blanca durante el último trimestre del año, podría decirse casi con toda seguridad que llegarán en avión; estos turistas buscan un clima que el otoño no ofrece a sus países de origen; y si todos los pronósticos de Sanidad se van cumpliendo a esas alturas de este 2020 todavía no podremos decir que el coronavirus esté controlado.
Se puede hablar de ‘pasaportes y/o certificados de coronavirus’ pero no sabemos si se van a crear ni tan siquiera si se instaurarían en toda Europa como requisito obligatorio para la libre circulación entre países. No obstante ni aún así se puede asegurar un cerco estricto a la pandemia, pero se trata de ponérselo más difícil al Covid19 y más fácil a la Sanidad pública y sobre todo no colapsarla!
Una iniciativa de este tipo contaría con muchos pros y muchas más contras, éstas últimas cimentadas en los conflictos que se ocasionarían entre diferentes niveles de la administración pública y sus competencias en un asunto de sanidad, turismo y transporte, unos problemas que ni traducidos al Chino mandarín serían comprensibles para el coronavirus en pleno estado de alarma.
Copiando una simpática publicidad cabe decir “¡Ahí lo dejamos!”, porque somos varias las cabezas que nos hemos unido para esta, según nuestra particular opinión, interesante propuesta!
Montserrat Gascó & Jordi G. Alcoberro
